Burlesque como herramienta de seducción y empoderamiento

Burlesque como herramienta de seducción y empoderamiento

¿Por qué utilizar el Burlesque como terapia para explorarte a ti misma y encontrar tu potencial de seducción y cuál es su relación con la lucha de los cuerpos disidentes ante las ciber violencias? Esta pregunta ha sido la matriz del taller, donde busco empoderar a mujeres con una nueva imagen de su cuerpo, demostrando que no es necesario un cuerpo perfecto para sentirse sensuales, seductoras y donde encontrar su feminidad natural, libre pura, creativa y expresiva.

El Burlesque es un arte inclusivo que no entiende de cuerpos y que utiliza rasgos miméticos y exagerados para burlarse de un tema, o, por el contrario, ensalza lo que socialmente no es aceptado o menosprecia lo que es socialmente significativo. De esta manera el Burlesque nos brinda un espacio seguro donde fluir, investigarnos y ser aquellas mujeres que no acostumbramos a ser en nuestro día a día por miedo al rechazo social o a las etiquetas que nos señalan como simples artículos en una estantería.

La parodia, la exageración, la picardía, la sensualidad, la elegancia… son algunos de los elementos que nutren esta herramienta tan poderosa y que la hacen tan completa para descubrir nuestra sensualidad, nuestro valor y empoderarnos.

En el mundo del Burlesque no hay respuesta a lo que es erótico y lo que no. Se juega con la erótica de cada persona como ser que habita un cuerpo diferente al de al lado, sin seguir ningún canon de belleza. Es lo que hemos trabajado desde una perspectiva feminista y de autocuidado, siendo este taller un inicio de aceptación y derrumbe de la idea de la representación de la mujer como objeto de placer y burla.

Los cánones de belleza occidentales han ido fluctuando de estado, incluso repudiando la delgadez llegando a considerarla una enfermedad. Por otro lado, la corpulencia se veía como símbolo de felicidad y opulencia en muchas culturas y sociedades y no fue hasta el S. XIX que se constituyó ser gorda/o como algo obsceno por la sociedad médica. Esa falsa preocupación por la salud, entre otros muchos motivos, es la base del discurso gordófobo que a día de hoy impregna prácticamente el 100% de nuestros hábitos. Se repudian los cuerpos que no entran dentro de los cánones corporales normativos – entendiendo como normativo aquello que la comunidad médica ha decidido que así sea – se denigran, se rechazan y se discriminan, deshumanizándolos de tal manera, que nos despojan de todo valor a las personas que habitamos estos cuerpos.

El ser humano tiende a priorizar el bienestar, el placer o el éxito de uno sobre los de otros, esa sed de dañar al prójimo con el único motivo del gozo propio. No son pocas las ocasiones en las que se presentaban como reclamo en circos o ferias a personas más grandes, peyorando sus cuerpos haciéndolos receptores de burlas y ataques por el hecho de ser diferentes.

¿Cuál es la diferencia con la actualidad? La revolución digital y el anonimato detrás de una pantalla, creándose, por tanto, una simbiosis entre el mundo online y offline en la que los cuerpos disidentes se ven violentados por ambos flancos.

Los cuerpos disidentes engloban una gran pluralidad de personas que hemos tenido que buscar el hueco que nos corresponde, pidiendo permiso y perdón ante las críticas e intolerancias hacia nuestros cuerpos ¿Cómo luchar por nuestro espacio? Utilizando el Burlesque, la performance, el baile y la erótica como resistencia.

Internet y las redes sociales han revolucionado y propiciado un tipo de relaciones interpersonales que no se habían dado hasta ahora, y en cuanto al contexto que nos ocupa, han abierto la ventana a millones de personas para poder opinar de tu cuerpo. PERO -en mayúsculas- las redes sociales también son un altavoz. Un escenario desde donde poder hablar alto y compartir este mensaje de empoderamiento y aceptación personal, desde la perspectiva de una persona que comparte exactamente las mismas preocupaciones que tú. Todes necesitamos una iconografía a la que acudir, una imagen referente o una persona real cuando nos sentimos solas/os.

Me voy a permitir rescatar una frase que se dijo en el conversatorio y es que “ponerle un nombre a algo para que exista” es muy importante, es importante para normalizar la existencia de los cuerpos en todos los espacios y para visibilizarnos. Por eso en el taller nos encontramos a través del movimiento de la danza, consiguiendo un control sobre nuestros propios cuerpos, para poder acceder a esa fuerza y seguridad que nos permite enfrentarnos a una realidad digital intolerante.

Si bien es cierto que las personas referentes en redes sociales, se sobrexponen – convirtiéndolas en dianas perfectas -, también les brindan la atención y visibilidad necesaria para llegar a más personas. Creo que la famosa frase “Que hablen mal de mí pero que hablen” resume a la perfección el activismo en redes sociales, porque… ¿Qué hay más subversivo ante la intolerancia sobre los cuerpos no normativos que actuar desde la erótica y, además publicarla?

Con el taller hemos querido demostrar y enseñar a superar esas violencias que sufrimos, haciéndonos más fuertes y respetando nuestros cuerpos, que son, al fin y al cabo, la piel que habitamos. El nivel de maltrato y estrés al que llevamos nuestros cuerpos es el indicativo clave para entender como la sociedad actual actúa contra todo aquello que se sale del carril de lo normativo.

En definitiva, el Burlesque es una forma de arte que puede ser utilizada como terapia ya que promueve la aceptación de una misma y la expresión de la sexualidad de manera saludable. También puede ayudar a las personas a enfrentarse a sus miedos y prejuicios, y a desafiar las normas sociales impuestas sobre el cuerpo y la apariencia. Además, el burlesque es una forma divertida y empoderadora de abordar la gordofobia y otras formas de discriminación que a diario sufren muchas personas a través de una pantalla.

Nuestros cuerpos son dignos de ser vividos y por consiguiente hemos trabajado desde la perspectiva de la erótica y la desinhibición: Por lo que no nos han dejado sentir. Enfrentándonos a los cánones de belleza: Por lo que no nos han dejado ser; y desde un enfoque feminista: Por lo que no nos quieren dejar vivir.

MARÍA ELGEZUA

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#SexualidadesCorporalidadesYBuenosTratos

Este documento ha sido fruto de un proceso participativo y colectivo donde hemos compartido sabidurías, sentires y experiencias entorno a los espacios digitales y cómo pueden ser también territorios para ver(se), escuchar(se), reflexionar, achucharse y accionar.

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