Clavando tacones: reflexiones y resortes para salir indemnes frente a la diversexfobia y al odiotransfóbico en redes sociales

Clavando tacones: reflexiones y resortes para salir indemnes frente a la diversexfobia y al odiotransfóbico en redes sociales

“El silencio nunca se manifiesta con tanta superioridad como cuando se emplea como réplica a la calumnia y a la difamación.”

Joseph Addison, escritor y político (1672-1719)

No saco ningún conejo de la chistera si afirmo que el uso de as redes sociales se ha masificado en la última década como consecuencia de su acceso fácil y gratuito. La hiperconectividad está más presente que nunca, aún más en las generaciones más jóvenes, que prácticamente han crecido con una (o más) erminales con acceso a internet en sus manos.

Vaya por delante que el objetivo de este texto no es la demonización de los Instagram, twitter o TikTok de turno, porque ya son ejército los artículos dedicados a recopilar decálogos de todos los males del universo asociados a su uso o, más bien, abuso al tiempo de explicitar las más terribles profecías sobre la hecatombe civilicatoria que están provocando. Tampoco quiero romantizarlas. Son demasiadas las vicisitudes sufridas como mujer que además se visibiliza en su condición trans en ellas como para hacerlo.

En todo caso, estaremos de acuerdo en que la utilización extensiva de las redes ha traido consecuencias para quienes las usamos como un medio más donde difundir y comunicar conocimiento, actividades y valores: la exposición y la visibilidad de colectivos y comunidades antaño invisibilizadas o sin presencia habitual en medios de comunicación tradicionales como la trans, el contacto rápido entre iguales, una comunicación más veloz, una economía del lenguaje y una difusión más basada en lo audivosual, amén de la difusión de bulos y fake news como de opiniones más extremas, que conllevan a la polarización o la subsiguiente actividad de “haters” y “trolls” son algunas de ellas.

Dicho esto, sí me gustaría trasladar una breve andanada de reflexiones y de pautas a la hora de enfrentarse a problemas que en los tiempos fóbicos que estamos viviendo se pudieran presentar, o como dice el dicho popular: mejor prevenir que curar. O con un poquito de humor sarcástico y purpurina: mejor dejar el tacón bien clavado que tambalearse coja emocionalmente.

1. No daña quien quiere, sino quien puede, o “haters gonna hate”:

Pareces Steven Tyler. Menudo Maromo”.“ “No solo eres un tío, sino que lo pareces”. “Eres un maltratador y un agresor”.”Ni para puta valdrías, desgraciao”. “Nunca vas a poder ser una mujer con lo feo que eres”. “Estáis todos enfermos”….. Estas son algunas de las “lindezas” que he visto, durante estos años, dedicadas en redes a mí o a otras mujeres en situación de transexualidad o a gente con una orientación o una identidad sexual que difiere de la hegemónica.

Pero por muy agresivos que sean los insultos, hemos de aprender a exclamar un “no” rotundo a poner nuestra autoestima al servicio del ring de boxeo virtual en el que discursos lgtbi-fóbicos y tránsfobos campan a sus anchas. Porque esta es la primera lección y la más valiosa: hay palabras que hacen daño, pero es nuestra elección dejarlas quietas, sin otorgarles a los trolls de turno el regalo de tocarnos la fibra. Nadie que esté en las redes puede saber de verdad quien soy mejor que yo. Lo que sí sabemos es que somos más guapas, más divinas, más cultas…y que además tenemos razón.

2. Frente al odio, humor y si podemos, datos: Aunque a veces es lógico que nos hierba la sangre, si en un momento dado nos sale responder
podemos detectar esos mensajes y contribuir a neutralizarlos, evitando su difusión. Podemos responder con sarcasmo, ironía, humor negro, o humor sin más Si lo salpimentamos con algún dato que venga al caso, la respuesta a quien nos insulta va a hacer callar muchas bocas.

Un ejemplo (real): si nos dicen “No me extraña que te hayan dado un diagnóstico de patolología mental..vaya embolao que llevas en la cabeza”.

Podemos contestar: “claro, ¡pero es que además mi diagnóstico mental me lo tengo ganado y bien ganado porque hay una ley que me obliga a que un psiquiatra me declare enferma mental de una patología de la mente que solo se cura modificando el cuerpo! (a las personas en condición de transexualidad una ley estatal aprobada en 2007 y vigente hasta 2023 nos ha obligado a tener que recibir ese diagnóstico de enfermedad mental expedida por un psiquiatra o psicólogo clínico).

3. Crear y difundir noticias positivas: 
Crear y difundir contenido basado en información real, de manera empática desactiva bulos y “fake news”, achica a TERFS, haters y trolls varios, pero además proyecta sobre mí una personalidad más humana, de igualdad y de solidaridad. Una actitud pacífica, positiva y con humor en tus redes para que el hater o troll reflexionen sobre las consecuencias de sus mensajes y el daño que podrían causar a las personas que los están recibiendo es algo muy efectivo. El mensaje debe ser claro y dirigido de manera respetuosa, porque el odio no debe ser combatido con odio. Para ello es necesaria la creatividad, estar bien informado/a, ser capaz de detectar un discurso polarizador o de odio.

Ejemplo (real) según el estudio ‘Transexualidad: transiciones, detransiciones y arrepentimientos en España’1: “solo el 2% de quienes empiezan un tránsito revierten a su situación anterior”.

4. Denuncia, bloquea, ignora o dale like al comentario con más mala baba: Es verdad que la mayoría de las reacciones de las personas a quienes se lanza un discurso de odio son las de bloquear, denunciar o silenciar. Sin embargo, tan cierto como lo anterior es que el silencio más absoluto o incluso un like bien plantado de vez en cuando en el comentario más odioso dirigido hacia ti va a dejar estupefactos a quienes con tanta vocación buscan hacerte daño.

Frente al ruido, silencio, paz…y amor (con forma de like).

5. Si lo necesitas, tómate un descanso de las redes: Somos superhéroes y superheroínas, pero no necesitamos demostrarlo todo el tiempo. Abanicarnos un poco y sacudirnos nuestra estupenda melena fuera de las redes de vez en cuando puede ser beneficioso y sano.

AITZOLE ARANETA

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#SexualidadesCorporalidadesYBuenosTratos

Este documento ha sido fruto de un proceso participativo y colectivo donde hemos compartido sabidurías, sentires y experiencias entorno a los espacios digitales y cómo pueden ser también territorios para ver(se), escuchar(se), reflexionar, achucharse y accionar.

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