Escribir contra sí misma

Escribir contra sí misma

¿Qué significa para mí escribir contra sí misma?, ¿qué puedo descubrir si me detengo a escuchar y explorar a en profundidad mi interior?, ¿cómo hubiese sido crecer sin la socialización sexista, clasista, racista y heteronormativa?, ¿cuáles serían mis deseos y sentires?, ¿qué posición ocuparía mi miedo?, ¿cómo viviría la sexualidad, la relación con el cuerpo y la erótica?, ¿desde dónde me hubiese hablado y acompañado?, ¿cómo hubiese sentipensado el placer?, ¿cómo habitaría mis soledades y compañías?

Son éstas y un sinfín de preguntas más las que habitan en mí y se relacionan directamente con mi proceso migratorio; lo aprendido y compartido en el camino con mi familia afectiva elegida aquí y allá. Fueron las que me llevaron a indagar y profundizar sobre mi existencia, mis creencias, el quién era y quién soy ahora.

Los seis años viviendo en el territorio español son seis años transitando laberintos dolorosos, confusos y llenos de aliades que me han ido sosteniendo, líos de la vida migrante donde crees conocerte hasta que te das cuenta de que aparecen guiones de vida que has arrastrado durante mucho tiempo sin saberlo, mandatos sociales que condicionan tus deseos y limitan tu escucha interior.

Es por ello que comparto con ustedes lo que es para mí escribir contra sí misma, una reflexión producto de un taller de escritura que realicé y se convirtió en un ejercicio emocional-político y terapéutico donde me abrí a la oportunidad de conectar con esa voz silenciada y que necesitaba ser escuchada.

 «Puede que cuando leas “escribir contra sí misma” la primera idea que te llegue a la cabeza sea escribir desde el maltrato. Pero no se trata de eso, aunque tenemos tan normalizada la violencia que es lo primero que puede surgirnos hacer»

Es por ello que comparto con ustedes lo que es para mí escribir contra sí misma, una reflexión producto de un taller de escritura que realicé y se convirtió en un ejercicio emocional-político y terapéutico donde me abrí a la oportunidad de conectar con esa voz silenciada y que necesitaba ser escuchada.

Escribir contra sí misma es ir a contracorriente de un sistema quecondena el pensamiento crítico, lo que está fuera de la norma. Es mandar a la mierda la educación con la que crecimos, esa que nos obliga a dejar de ser auténticas para convertirnos en alguien a imagen y semejanza de la multitud. Es hacer
desaparecer los valores judeocristianos impuestos por la colonización para controlarnos y que establecieron el sacrificio y el dolor, la dualidad de lo bueno y lo malo, el infierno y el cielo, el pecado y la salvación, la culpa y el perdón. Es ir contra lo que se entiende por moral y ético dentro de un sistema que busca controlarnos desde la moralidad.

Significa romper con las normas establecidas para que ciertos cuerpos obedezcan, sean complacientes, cedan, callen, se oculten o no existan. Es escribir contra el sistema racista, clasista, heterosexista que establece la separación de los cuerpos entre lo humano y lo no humano. Es ir contra la heteronormatividad impuesta en lo sexo-afectivo y sumergirnos en otras lógicas deseantes, donde la soledad sea elegida y no impuesta por no encajar con el estándar. Escribir contra sí misma es vomitar el dolor que produce no cumplir con la idea de lo perfecto, lo productivo, lo normativo, lo eficiente y exponer otras formas de pensar, de vincularse, de sentir, de ser y hacer, fuera de las lógicas capitalistas.

Es mostrar otros modos de vida, de afectos, de amar, de habitar el cuerpo, de ser consciente de los privilegios, de renunciar al automaltrato y amarnos desde el buentrato, crear nuestro propio lugar seguro y de poder. Es tomar riesgos no solo en lo sexual y afectivo sino también en los pensamientos y las palabras que muchas veces callamos por miedo.

Es adentrarse en lugares inciertos, inseguros y no garantizados al vivenciar nuevas posibilidades de vida entre yo, elles y nosotres. Escribir contra sí misma es habitarme de otras maneras, acuerpando aquello que desechan los poderes que regulan la normatividad de los cuerpos.

«Sin embargo, en esta ocasión escribir contra sí misma es una confesión amorosa y cuidada por y para ti, es hablar desde muchos lugares, es curar y soltar la rabia, es profundizar en lo más primitivo de una misma.»

Resignificar-se desde la negritud y el cimarronaje, cuestionando el discurso occidental del género,
sacando la rabia ancestral producto de la memoria colonial que nos reconecta con la identidad y orígenes afrotaínos. Es no olvidar la violación y asesinato histórico, que a día de hoy llevamos en nuestra memoria corporal pasando de generación a generación, es recuperarse y curarse a través de la
justicia ancestral y los rituales de cuidados comunitarios.

Escribir contra sí misma es construir nuevos relatos, cuestionar las políticas hegemónicas que nos quieran calladas, fuera de combate o muertas. Es mirar con otros ojos, para poder crear nuevas prácticas de conocimiento, sentires, emociones, placeres, deseos y erótica. Es ser la nota discordante, la niña desobediente que no cede ante las normas impuestas y aspira a dejar de obedecer y empezar a vivir desde su cimarronaje.

Escribir contra sí misma es un acto de amor, libertad, revolución y transformación vital de ser lo que nos dé la gana de ser.

YANIA CONCEPCIÓN

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#SexualidadesCorporalidadesYBuenosTratos

Este documento ha sido fruto de un proceso participativo y colectivo donde hemos compartido sabidurías, sentires y experiencias entorno a los espacios digitales y cómo pueden ser también territorios para ver(se), escuchar(se), reflexionar, achucharse y accionar.

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